martes, 2 de febrero de 2010

Soledad

Ni escuchar una voz más allá
ni andar como un orfebre
tras la rima,
las palabras preciosas y el estilo.
Hoy sólo quiero contarte mis pesares,
decirte que te adoro, así,
con palabras comunes,
sin colores ni tormentos,
sin cielos ni estrellas
ni musas que me inspiren.
Hoy sólo te quiero con el alma
con mis húmeros, dolores y máscaras.
Porque extraño tus besos y tus manos
y porque odio esta soledad que me dejaste.

Raúl Pereyra

3 comentarios:

catalina dijo...

¡Hermoso poema!

ALFREDO MORS dijo...

¡¡La contundencia de la síntesis, la belleza de lo sentido y expresado con simples palabras!

Anónimo dijo...

Me ha impactado medio a medio del corazón, me interpresta totalmente es como si yo mismo lo hubiera escrito, pero Dios le da el talento a algunos que interpretan totalmente tus sentimientos, y eso ha ocurrido en esta ocasión. Me uno totalmente a lo ante dicho en vuestro favor gracias por tu pluma tan excelsa.