Cuenta la leyenda que una vecina a la otra se tenían una envidia total. Era tanta y tan fuerte que llegó al odio y a la soberbia.
Las protagonistas eran Filomena y Pancracia. Vivían una al frente de la otra. Filomena tenía muchas flores en el jardín del frente de su casa y Pancracia tenía su casa con algunas plantas Pichi pichi, que eran muy comunes y naturales. Sin embargo, su casa era una de las mejores y más atractivas del barrio, por su lujo y su esplendor llamativo; era todo lo contrario de la casa de Filomena, que era una casita chiquita, humilde y pobre, pero llena de amor, de flores, de pájaros, de perfume y de fragancias dulces, que atraían al que pasaba por el lugar y por los alrededores.
Existía una lucha constante entre una y la otra, mientras se miraban por detrás de la ventana. Y yo me pregunto ahora: ¿Cuál de las dos casas era la más concurrente del lugar, si la de Filomena o la de Pancracia? Es para pensarlo…
Eran dos viejas chancludas. Colorín Colorado, este cuento se ha terminado.
Víctor Cornejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario