Esopo, sentado a la sombra de un árbol, escribiendo, cuando –de pronto- se le acerca una liebre…
Liebre: Buenos días, mi creador, quisiera hablar con usted.
Esopo (atónito): ¿Pero, cómo…? ¡Una liebre que habla! Debo estar escribiendo demasiado… Mejor descanso un poco.
Liebre: Creador, créame que estoy aquí y, es más, venía con la tortuga, pero ella se quedó retrasada a muchos kilómetros…
Esopo: (llevando las manos a su cabeza) ¡Ah! Ya entiendo. Debí relajarme demasiado con la escritura y me he quedado dormido, entonces esto es sólo un sueño. Por cierto, mucho mejor que mis creaciones. Bien, ¿qué es lo que quiere decirme simpática liebre?
Liebre: Vengo a quejarme por el injusto final que me hace protagonizar en la fábula, cuando compito en carrera con la lerda tortuga.
Esopo: ¡Oh! No pensé que te importara, pero si tú lo dices… ¿qué quieres que haga?
Liebre: Quiero que me pongas un rival a mi altura. Tal vez una avestruz, porque soy el hazmerreír de todos. Sobre todo del pavo real…
Miguel Valle.
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1 comentario:
Miguel y su mundo... ¡¡Cuanta riqueza e imaginación!!. Queremos ver mucha producción de un TALENTO de tal magnitud.
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