Una mamá salió de compras, y dejó a sus dos hijas en casa. Una de las nenas tenía ocho años y la otra cuatro. Tanto hurguetear, encontraron dos medialunas; la más grande se subió a la mesa y no quiso invitar a su hermana. Entonces, se las comió y, por mezquina, un dolor de panza le agarró.
Carlos Oviedo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario