EL MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Allí yacía en su cama un féretro oscuro que iluminaba tan solo con su barba blanca y sus ojos semi abiertos, como esperando un porqué de su muerte, si él lo sabía todo.
Hola viejo ¿Cómo estás hoy?, ¿Qué tienes de nuevo para mí? Te olvidaste de contarme cómo viviste tus días de gloria. Me quiero empapar con tu sabiduría, beber tu sangre y que me digas lo bueno y lo malo.
Y siempre me contestas: ¡Hoy es tu día! … Quedo solo, sin una sonrisa, sólo tu voz que grita a través de tus ojos: ¡Vive la vida!
Allí yacía en su cama un féretro oscuro que iluminaba tan solo con su barba blanca y sus ojos semi abiertos, como esperando un porqué de su muerte, si él lo sabía todo.
Hola viejo ¿Cómo estás hoy?, ¿Qué tienes de nuevo para mí? Te olvidaste de contarme cómo viviste tus días de gloria. Me quiero empapar con tu sabiduría, beber tu sangre y que me digas lo bueno y lo malo.
Y siempre me contestas: ¡Hoy es tu día! … Quedo solo, sin una sonrisa, sólo tu voz que grita a través de tus ojos: ¡Vive la vida!
Antonio Moreno
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