viernes, 19 de marzo de 2010

Sorpresa

Novela Corta de Carlos Salguero:

Resumen del primer capítulo: Hoy me embriagué, pero no de licor, sino de una  emoción tan tonta que llegué a llorar como un niño sin consuelo (...)
Escuché un sonido, o mejor dicho un zumbido, como un panal de abejas que me impidió seguir durmiendo la siesta (...) ¡Oh sorpresa! El sonido venía de arriba (...) Era un aparato suspendido en el aire, no era helicóptero pues no tenía helices, no tenia forma de "plato volador", tampoco: era como un hábano ensanchado en el medio y tenía ventanas como los aviones, redonditas, y muchas luces...

Al principio me asusté y después lloré de conmoción, siempre ansié verlo...
Del aparato salió una rampa por la que subí, el corazón me latía a mil, ingresé sin pensar en las consecuencia. Adentro todo era pulcritud, del piso se abrió automáticamente una compuerta con una butaca. Me senté. Mi reloj marcaba las 14 y 10...Alguien o algo me pidió que entrara a un tubo, en un idioma que no era el mío pero que yo entendí y que me sacara la ropa y me acostara en una camilla: así lo hice, quise resistirme pero una fuerza inexplicable me llevó a obedecer...Unos aparatos muy extraños llenos de luces atravesaron todo mi cuepo: de arriba a abajo... Tomé algo como una lapicera, de la mesa que tenía al lado y escribí todos mis datos personales... Luego vi mi reloj: eran las catorce y cinco: Parecía que el tiempo hubiese retrocedido en vez de avanzar...
Resumen del segundo capítulo: Al otro día, en la calle, me encontré con una chica a punto de parir y su madre desesperada buscando ayuda. Sin tener conocimientos de medicina, ayudé a que el bebé naciera sano en esas condiciones...Entré a una iglesia y agradecí a Dios haberme puesto en su camino. Tenía una gran pregunta: ¿Dios me llevó a hacer lo que hice o fueron los seres de la nave? Reflexioné y llegué a la conclusión: Si Dios hizo el universo, también los hizo a ellos...
Me encontré, después, con una casa en llamas. Entre a la vivienda y saqué a un niñito que había quedado atrapado dentro de la vivienda. El fuego no lo alcanzó, pero el humo lo había dañado, estaba inconsciente. Sin saber yo de primeros auxilios le hice tácticas de reanimación boca a boca y le masajeé el pechito hasta que lo encontré mejor y pedí una ambulancia. Finalmente se lo llevaron. Un bombero que había llegado mientras yo hacía la reanimación, me dijo: Cuando usted se fue, me acerqué al niñito y puedo asegurarle que ya estaba muerto, pero usted no desistió... siguió intentando hasta que vino la ambulancia y se lo llevó con vida. Es un milagro... Si usted hubiera llegado sólo 5 minutos después todos estarían muertos...
Yo siempre fui de aquellos que dicen mejor no te metas, temeroso y cauteloso, algo que desconozco había sacado una fuerza poderosa dentro de mí y estaba dispuesto a cualquier cosa por averiguar qué era...
(Continuará)
Carlos Salguero

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