lunes, 26 de julio de 2010

Viaje Fugaz



El sueño maravilloso había sido el otro, el que soñé antenoche cuando empezaba la madrugada, un poco antes que Clarita me despertara para decirme que Elena estaba enferma.
Anda, dile a mamá que tome aspirina y se abrigue la garganta.Ni bien Clarita se fue me quedé entredormido. Y mi sueño empezó a fluir con la claridad de un arroyo. Horas después al despertar, yo traté de evocarlo, pero no pude obtener de él más que imágenes fugaces y fragmentos dispersos que apenas se confundían con el llanto entrecortado y el temor de Clarita.
El entierro fue esta mañana. Y hace un par de horas el sueño maravilloso se volvió a dibujar en mi mente. Fue un poco antes que yo llegara al cielo y que Elena me recibiera con una sonrisa.
                     
Carlos Lombardo

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